Sobre la obra:
En una laguna de parque Mamá Pato ve nacer a sus patitos. Dos iguales y curiosos, y un tercero más grande, diferente, al que sus hermanos llaman Feo. Se ríen de él por ser patoso y no saber caminar a ritmo, y se olvidan de él jugando al escondite. Feo pregunta a otros animales, que le aconsejan ganarse el cariño de los humanos (los perros) o apartarse de todos (los gatos). Feo se pregunta si alguien le querrá tal y como es.
En su búsqueda, Feo tropieza con Martín, la hormiga Diferente y conoce su admirable historia de generosidad, lo mucho que sufría porque los compañeros del colegio se metían con él, porque cuando se ponía nervioso se iluminaba, y ese brillo, esa luz, era motivo de risas y burlas entre ellos. Pero gracias a su gran valentía y su generosidad, descubrió quién era, y por qué se iluminaba.
Después de intentar ser como los demás, Feo descubre que Mamá Pato le seguía buscando. Pero cuando se acerca, ella no le reconoce, porque se ha convertido en un bello cisne admirado por todos.
Ser diferente, no es malo. Ser diferente es un don que cada uno tenemos y nos hace únicos.