337 km aborda de lleno el tema del Síndrome de Asperger, un trastorno que hasta hace poco se incluía dentro de los del espectro autista. Las personas afectadas por este trastorno muestran dificultad en la comunicación y en las interacciones sociales, y un gran interés en un determinado área del conocimiento. Con la debida familiarización con su situación por parte del entorno que les rodea, pueden llegar a llevar una vida normal y desarrollar ampliamente sus grandes capacidades. Por ello, consideramos que es un tema de gran importancia para tratar con los adolescentes de entre 12 y 18 años, y a ellos va dirigido este proyecto.
El protagonista de 337 km es Tonín, un niño madrileño de 9 años al que le fue diagnosticado Síndrome de Asperger cuando tenía 6. Su madre, Gloria, ha de ausentarse de casa porque a su padre (es decir, al abuelo materno de Tonín) le queda poco tiempo de vida y quiere despedirse de él. Para poder ir a Asturias, Gloria decide que lo mejor es dejar a Tonín con su padre, de vuelta en la ciudad tras el divorcio hace ya varios años. Como Tonín no conoce a Javier, ya que no le ve desde hace varios años, no es capaz de entender quién es y qué hace ahí, o siquiera qué significa el término ‘padre’… Sacar a Tonín de su rutina diaria le hace entrar en un estado de ansiedad poco habitual. Los padres de Javier, que sí viven en Madrid y se han ocupado de su nieto, tratan de controlar la situación, pero a ellos también se le va de las manos. Tonín se refugia en su tema preferido -la carrera espacial- para tratar de asimilar los cambios, al mismo tiempo que Javier sigue una carrera contrarreloj para recuperar el afecto de su hijo a lo largo de los 10 días que estará ausente Gloria.